El Enigma de Cambises, de Paul Sussman

Me ha parecido un buen libro, bien escrito, ameno y de fácil lectura, con buenas dosis de acción, intriga, misterio y asesinatos varios. Los personajes me han gustado, bien modelados, con roles definidos y personalidades que encajan con la realidad de lo que representan. El argumento, sencillito, como cualquier otra novela de misterio, pero bien tramado y enlazado con el discurrir de la historia. El final de la novela, si bien no resulta sorprendente, tampoco se puede decir que fuera exactamente previsible.

Nos cuenta la historia de una veterinaria británica ya treintañera, especialista en cuidado de serpientes, que viaja a Egipto para reunirse con su padre, un arqueólogo de renombre que vive permanentemente allí, al que hace mucho que no ve y con quien no se lleva demasiado bien, en lo que espera sea un reencuentro afectivo. Al llegar se queda esperándole en el aeropuerto, sin saber que el día anterior sufrió un infarto y está muerto. Cuando lo descubre, acude a la embajada donde la reciben con mucho gusto, le quitan importancia a sus dudas y sospechas, y le dan todo tipo de facilidades para enfrentarse al papeleo.

Más tarde, revisando el apartamento de su padre, encuentra una nota de un antiguo amor, también arqueólogo y al que conoció a través de su padre, dirigida a éste y citándole en un garito. Decide asistir ella a la cita y aprovechar para saldar con él viejas cuentas pendientes.

Mientras todo esto sucede, un hombre misterioso está cometiendo unos asesinatos relacionados con el tráfico de antigüedades y tal vez también con una organización terrorista islámica, y al cargo de la investigación está el inspector Jalifa, un buen hombre que sin embargo tiene una mancha oscura en el pasado de su familia.

Entretanto, la protagonista, ahora ya acompañada por su antiguo amor, y después de que hayan intentado matarla ya una primera vez preguntándole por no sabe qué tablilla, se dirige hacia la casa que su padre habitaba en la excavación, donde encuentran una serie de pistas, un juego que él le hacía de pequeña, que les llevarán hacia el regalo que le había comprado para celebrar su llegada. Ese regalo es la clave que todos parecen estar buscando.

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En definitiva, todos los ingredientes para pasar un rato entretenido. Me alegro de haberla leído y la recomiendo a todo aquel que sea amante de los misterios bien enredados sin necesidad de recurrir a lo esotérico para ello.

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