Marbenes

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Ésta soy yo, tenía un mal día...

El fuego del cielo, de César Vidal

Realmente es poco lo que se puede decir de esta novela, más bien mala y pobre, y al mismo tiempo sería mucho lo que se podría comentar al respecto de ella. Está como traída por los pelos, basándose en un pequeño incidente histórico que ocurrió en fecha cercana al 173 d.C., y atribuyéndole una explicación como milagro cristiano: un fuego cayó del cielo ocasionando la derrota de los bárbaros y permitiendo la salvación de una legión romana, al parecer porque había cristianos entre sus filas.

Según cuenta el propio autor en un apéndice al final del libro, es verídico que las gentes de la época atribuyeran dicho acontecimiento a una intervención divina; que esa divinidad fuera la cristiana es aportación suya.

Para la consecución del argumento inventa cuatro personajes con cuatro historias paralelas que intentará entrelazar sin demasiado acierto. La novela en sí no dice nada y ni siquiera como cuento valdría pues no se entresaca moraleja. Como no es mi costumbre arriesgar y aún no estoy convencida con este autor, la compré porque costaba tan solo 5€, y la leí entera porque es corta, pero me la podría haber ahorrado.

Los personajes son muy flojos, la historia no tiene fuerza y tampoco convence, y el desenlace es tan previsible como pobre. Lo único a destacar, lógicamente tratándose de César Vidal, son sus conocimientos sobre la antigua Roma.

Pero para una cosa sí me ha servido después de todo, pues creo haberle pillado el truco para su gran prolijidad como escritor. Si coge un pequeño suceso histórico, elabora una historia simple alrededor de ese hecho, inventa unos personajes sin perfilarlos en exceso para que no requieran demasiado esfuerzo, y teniendo como tiene grandes conocimientos de la época tratada y facilidad para escribir, es fácil publicar al ritmo que él lo hace.


Descargar "El fuego del cielo", de César Vidal en pdf

4 comentarios:

  1. Ten en cuenta que César Vidal en las firmas de libros de El Corte Inglés, firma con una mano mientras que con la otra termina de escribir el libro siguiente.
    Me parece un escritor mediocre del que no pienso seguir leyendo nada.

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  2. Jajaja, buen adjetivo "mediocre", aunque quién lo diría con la pasta que gana el tío, ¿verdad? Claro que esto da para entrar en el farragoso tema de lo literario vs. lo comecial. ¿Qué querría ser yo: un autor recordado por los siglos venideros que vive míseramente de su magnífica obra o incluso ha de dedicarse a otra cosa para malvivir y poder esribir, o un autor fácilmente olvidado que vive como dior de su vulgar obra? He ahí la gran cuestión de todos los tiempos...

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  3. No es el caso, esta persona en concreto puede vivir a un nivel muy alto sin escribir una sola línea gracias a sus otros trabajos.
    Por tanto el demérito es doble ya que tiene todo el tiempo del mundo para depurar una y otra vez los manuscritos antes de enviarlos a la editorial. Se puede permitir el lujo de escribir un libro cada diez años en lugar de diez libros al año.

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  4. Pero, sus otros trabajos le han "llovido" gracias a ser escritor y no por ser historiador, ¿no es así?

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